«Sigo esperanzado», la historia de Cacho Michalik a un año de los incendios

“Cacho” Michalik tiene 69 años, casi la misma edad que los nogales gigantes de su chacra en Catarata Sur que lograron salvarse del incendio del 9 de marzo de 2021. El incendio que arrasó con su casa y dos galpones. Nació y creció en El Hoyo y se ríe porque, a pesar de ser “conocido por todos” en el pueblo, pocos saben su primer nombre: Ricardo.  

Amable, abre las puertas de su casa y reflexiona sobre lo que dejaron los incendios, la solidaridad y cómo se sigue adelante a un año de una de las peores tragedias vividas en la Comarca Andina.

.
¿Había visto alguna vez un incendio como el del año pasado?

Mirá, yo que nací y me crié acá, he visto todos los incendios, en los que pudimos colaborar, colaboramos. Pero como este nunca. Fue el primero tan bravo, que destruyó todo.

¿Qué recuerda de ese 9 de marzo?

A las cuatro de la tarde fuimos a entregar un sauco a la cooperativa frente a la escuela y mi hijo me dijo “papi, mirá el fuego está allá arriba”. “Vamos a volver porque este fuego a las 7, 8 de la tarde lo tenemos acá”, respondí. 

Armamos la bomba con mi hija, empezamos a regar. Pero a las 8 y media estaba el fuego en el basural. Ahí nos fuimos todos a atajar acá para que no se venga. Se estaba haciendo de noche, casi nos ahogamos con el humo. 

Mi casa era grande, una parte tenía chapa y otra tejuelas. Cuando vi un fueguito arriba, puse la escalera (porque tenía todo preparado), la manguera de mediano no tenía mucha presión, pero llegaba. Subí y lo apagué. 

Yo cansado, mojado, en alpargatas. No me dio tiempo ni de ponerme botas. Me senté a descansar un rato y de repente vi un reflejo de luz, me bajé corriendo, fui atrás y los dos galpones ya habían ardido. En un 80 por ciento. Ardieron por abajo. Y ahí explotó. Cuando quise entrar a sacar mis herramientas no pude. 

Ahí tenía todo yo. Incluso un freezer con carne, heladera, dos motosierras, desmalezadora, un grupo electrógeno nuevo. No me quedó nada. 

Agradezco a mis hijos, ellos me ayudaron. Agradezco a Pol que vino en su momento y dijo que nos iba a respaldar. Apareció el doctor Matías con los enfermeros, Nancy Lobos, la familia Imperiale.

.
¿Qué sintió ese día cuando vio llover?

Salía de un covid, imaginate. Hacía una semana que me estaba recuperando, había bajado once kilos. Después fue triste, amargo. No podía dormir, no podía comer. Casi me agarra un pancreatitis. Me operaron en Esquel de urgencia. 

Hice todo lo posible por ser fuerte.

¿Cómo estás a un año del incendio?

Ahora estoy dentro de todo bien. Sigo haciendo huerta, sembrando. Sigo con el mismo ritmo, pero cuesta.

La Huerta volvio a nacer
Ahora estás reconstruyendo tu casa…

Si. Una parte armaron mis hijos. Vinieron voluntarios de Bariloche a hacer la platea, gracias a la gente de Madryn, Rawson, de Trelew. Otros colaboraron con artefactos de luz. Estoy muy agradecido. Mucha gente nos ayudó. 

Conecté mangueras pedazo por pedazo, le puse agua a mis gallinas ponedoras, a los cerdos. El INTA me regaló una manguera de una pulgada y la conecté en mi quinta. 

Necesitaba una camionada de ripio y el Municipio vino con la máquina para que el agua no venga para acá, cuando nos inundamos. Faltan algunas cosas, emparejar, detalles.

Calculo que para el invierno ya me puedo mudar al módulo, muy bonito va a quedar. 

¿Con qué te quedás?

Del 9 de marzo, un triste recuerdo. Nostalgia de lo que perdí. Le había regalado un acordeón a mi nieto y se quemó también. Tenía muebles de mucho valor que había hecho mi viejo, él era carpintero.  

No es lindo llorar, pero a veces es lindo hacerlo solo, mirando. No la pasé bien… Y bueno, vamos a seguir. Sigo esperanzado.

GALERÍA DE FOTOS




Enlaces relacioandos

https://www.ciefap.org.ar

https://youtu.be/Vysnr-ffPdY
Compartir en facebook
Compartir en twitter
Compartir en whatsapp

últimas noticias
Hola, ¿podemos ayudarte?